Hola a todos.
Hoy vamos a seguir con otra entrega de este apartado de coleccionismo postal tan bello y sorprendente.
LA TARJETA POSTAL: LA PUBLICIDAD (II).
“La esencia del impacto publicitario es decir las cosas de la forma en que otros jamás las han dicho”. William Bernbach, publicista estadounidense (1911-1982).
Antes de comenzar con nuestra pequeña exposición deseamos manifestar algo previo. Hoy día, con los nuevos avances tecnológicos, que han propiciado unas comunicaciones más inmediatas y seguras, el mundo se ha vuelto mucho más pequeño y cercano: uno se enteran antes de un incendio en Bombay que de un parto en tu escalera. Y, claro, esto tiene sus cosas buenas y otras no tan buenas. Ejemplo de efecto negativo, en nuestra modesta opinión, es la rápida extensión del capitalismo más cruel y metódico y del consumismo más irracional. Estas pragmáticas filosofías económicas se aplican ya en casi todo el mundo moderno y ya se están extendiendo sin remedio incluso por esos otros mundos: el rojo comunista o, algo más lento y de forma muy desigual, por el llamado tercer mundo. Conclusión inmediata: las empresas ya no son lo que eran hace tan sólo unos años. Ni las grandes ni las pequeñas. Todas se han visto influenciadas y absorbidas por esa religión empresarial que idolatra a la cuenta de resultados. Todo se supedita a los beneficios y muy pocas empresas, ante el más mínimo revés o recesión económica temporal, aguantan sin tomar estrategias de reacción y choque, siempre drásticas y dramáticas, sobre todo para, en la mayoría de las ocasiones, las indefensas plantillas. Es decir, la competitividad de los mercados, nacionales o internacionales, tan codiciosa e inhumana que se observa hoy día, deforma de manera negativa el verdadero y constructivo espíritu empresarial. Esa es nuestra opinión.
Pero cuando contemplamos estos trocitos ilustrados de publicidad que hoy os mostramos, queremos pensar que representa pequeños gestos de una buena y racional estrategia empresarial. Que representan a todas aquellas empresas, grandes y pequeñas, que quería divulgar su excelencia y calidad manufacturera, pues confiaban plenamente en lo que hacían y producían, y tenían la esperanza que, con estos pequeños impulsos de publicidad, el boca a boca se vería reforzado y así aumentarías sus ventas y se reforzarían su marca. En suma, que estos trocitos de publicidad nos muestras el buen hacer y entender del más elogioso espíritu empresarial, el que buscaba con ingenio, innovación y trabajo la mejora y el progreso, y no sólo el egoísta y personal, también el colectivo y de grupo. Existía una relación entre contratante y contratado que era mucho más humana y cercana; empleados a los que se les valoraba por su profesionalidad y honestidad demostrada y que eran “heredados” con la empresa por los jóvenes sucesores; empleados a los que se conocía, a ellos y a sus familias, de forma directa y cercana. Cuando uno piensa que hoy día en algunos países de Europa (como pueden ser Italia o España, por citar a alguno) parece que es más fácil despedir a los empleados que contratarlos, siente uno un inevitable regusto amargo y algo de súbita rabia, porque no se puede pensar en una deriva más triste y lamentable del mundo empresarial que estas actitudes que sólo piensas en abaratar despidos y en sueldos de formación-esclavitud, lo que sí es claramente un retroceso a un pasado muy lejano y poco deseable: el de tratar a las personas como bestias o esclavos, sin sentimientos ni remordimientos. Es la deshumanización del capitalismo más cruel y despreciable.
Bueno, pues eso, que si algún apartado de coleccionismo postal justifica de manera incuestionable varias entregas de artículos en el Scriptorium este es, sin duda ninguna, el de la tarjeta postal publicitaria; y esta es nuestra segunda entrega, que ya os digo no será la última. Porque, este duende os tiene que confesar con sinceridad, que la labor más comprometida y a su vez más divertida es la selección de las tarjetas para compartir. Son tantas las posibles, tan bellas y sorprendentes, tan singulares y heterogéneas, que uno se pierde muy fácilmente en la criba previa a la redacción del nuevo post y siempre, inevitablemente, se deja fuera a alguna que otra belleza que permanece a la espera de otro artículo más generoso con ellas. En fin, hemos intentando seguir compartiendo con todos vosotros una selección de nuevas tarjetas postales muy hermosas y variadas. Seguimos con varias de las grandes marcas de siempre: Coca-cola, Pelikan o varias de marcas de automóviles, pero también os mostramos otras más singulares y raras, de pequeños comercios, eventos culturales o fechas conmemorativas. Creo, sin pretender ser pretenciosos, que hemos expuesto otro pequeño y emotivo viaje al sentimiento gráfico y artístico más enriquecedor y noble. Contemplando con detalle y cariños estos pequeños trocitos de cartulina, sus detalles, composiciones y coloridos, se puede uno distraer gratamente por breves momentos y, si así se enfoca, evadirse de la cotidianidad diaria y anodina. Esto es lo único que se pretende y desea por parte de vuestros amigos del Scriptorium. Confiamos en conseguirlo. Para terminar, a este duende le gustaría dedicar esta entrega de bellas tarjetas postales de publicidad a todas esas empresas familiares, a las grandes o pequeñas empresas, a todas las que todavía mantienen un espíritu empresarial más limpio y humano y mucho menos depredador y explotador, a todas las que aman su trabajo y su actividad empresarial cotidiana. A todas las que se sientan así, les dedico de buena fe esta entrega de tarjetas postales: ¡va por todas vosotras, Aves Fénix de de otras épocas!
“La mente que se abre a una nueva idea, jamás volverá a su tamaño original«. Albert Einstein. Físico alemán (1879-1955).
- Coca-Cola (I).
- Coca-Cola (II).
- Coca-Cola (III).
- Pelikan. Serie antigua (I).
- Pelikan. Cartel (II).
- Pelikan. Serie cuentos (III).
- Renault Dauphine (Francia).
- Transportes públicos de Londres.
- Moto Vespa (Italia).
- Calefacción Roca.
- Papel de fumar Bambú (Alcoy).
- Máquina de coser Alfa (Eibar).
- Actos culturales – La escuela pública (Francia).
- Maquinillas de afeitar Gillette.
- Fiestas: Fallas de Valencia (No ilustración).