Hola a todos.
Bueno, hoy nos toca hablar de un gran personaje.
LA TARJETA POSTAL: EL VIOLONCHELO.
Violonchelo, chelo o violoncello: Instrumento musical de cuerda frotada tocado con arco, más grande que la viola y más pequeño que el contrabajo y con un registro intermedio entre ambos. El intérprete, que está sentado, lo coloca entre sus piernas para tocarlo.
Esta es la definición de la Real Academia de la Lengua Española. Y ahora hablemos un poco más del violonchelo y de su hermano mayor el contrabajo.
El Violonchelo es primo hermano del violín y la viola, que son más pequeños que él, y del contrabajo, que es de mayor tamaño, y su origen lo tendría en la viola de brazo (viola da braccio). Produce un sonido grave que, según los entendidos, es el más parecido a la voz humana. Su historia es muy pareja a la del violín. Los primeros violonchelos aparecen a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII y, de nuevo, gracias a los magníficos Luthiers de las ciudades del norte de Italia, Cremona y Brescia. Los Giovanni Paolo Maggini, los Amati (Andrea Amati -1542-1609- y sus hijos Girolamo – 1561-1630 – y Antonio – 1550-1638- y, sobre todo el más destacado luthier de la época, su nieto, hijo de Girolamo, Nicolò Amati -1596-1684), y, cómo no, los Stradivarius; también, pero ya en la ciudad de Brescia, tendríamos a Gasparo da salò (1542-1609). Todos estos maestros no solo hacían magníficos y bellos violines sino que, seguramente, ganaban más dinero con los mayores y más caros violonchelos, instrumentos que todavía hoy día son fuente de magnificas e irrepetibles melodías y se siguen valorando en millones.
Intentaré describir al protagonista. El violonchelo es un instrumento de cuerda frotada mediante un arco. Tiene una caja de resonancia en forma de ocho de gran tamaño (al estándar se le denomina 4/4), en su interior tiene una barra armónica que hace las funciones de refuerzo estructural. En la tapa frontal, y enfrentados, lleva dos calados por los que sale el sonido y que se llama Efes (por su sinuosa y parecida forma con esa letra) u “oídos”. Arriba tenemos el cuello o mástil, que no lleva trastes y que termina en el clavijero donde se sujetan y se regula la tensión de las cuatro cuerdas del instrumento. La parte final es la voluta o cabeza que tiene forma de caracol. Hacia el centro de la caja del violonchelo tenemos el puente y el cordal que sirven para tocar y afinar las notas. En la parte inferior tenemos la espiga o pica que es un elemento que se apoya en el suelo y es graduable para poder poner al violonchelo a la altura más adecuada a cada solista. El peso medio de un violonchelo está entre 9 y 10 kg y el del arco de manejo en unos 70 ó 80 gramos. Bueno, espero haberle hecho justicia con esta sobria descripción a este gran personaje de la orquesta, a la vez que haber conseguido informaros con acierto de las partes que componen este gran instrumento.
En todas las épocas de la música clásica y casi todos los grandes compositores han escrito partituras para ser interpretadas por el violonchelo. Así, en la época del Barroco tendremos composiciones de Johann Sebastian Bach, de Antonio Vivaldi o de Luigi Boccherini. En la época Clásica, de Franz Joseph Haydn, de Ludwig van Beethoven e incluso Mozart, al que no le era muy simpático este instrumento. En la época del Romanticismo compondrán para violonchelo Brahms, Dvorak o Félix Mendelnssohn. Ya en épocas más cercanas compondrán maestros como Ravel, Debussy, Shostakovich o Paul Casals. Hoy día, sin ser tan popular como el violín, la guitarra o el piano, sigue gozando de gran aceptación e interés en conservatorios, conciertos y todo tipo de auditorios. Y su hermano mayor, el contrabajo o bajo eléctrico, se ha convertido en elemento indispensable en casi todo grupo de Jazz Clásico o Jazz Fusión que se precie.
Antes de llegar a las recomendaciones me gustaría resaltar una pequeña cuestión que más bien será un pequeño reproche de este duende a los humanos. Este instrumento, hasta bien entrado el siglo XX, estaba prácticamente vetado a las chicas. ¿Por qué?, os preguntaréis. Bueno, la enseñanza de la música, antes de ese tiempo mencionado, estaba restringida a las clases burguesas y pudientes que eran las que se podían permitir la adquisición de un piano, un violín u otros instrumentos y, mira tú por dónde, entre estas clases altas no estaba bien visto que las chicas se colocarán entre las piernas el instrumento para tocar, esto se consideraba muy poco femenino y aristocrático. Vamos, que por vuestros ridículos y remilgados prejuicios, cuántas solistas maravillosas se habrán perdido y cuántas magníficas melodías se habrán dejado de escuchar de gráciles manos femeninas en esos tres siglos baldíos y ya irremediablemente perdidos. ¡Cuántos momentos bellos que nunca llegaron a existir ni a emocionar! Reconozcámoslo, en esta cuestión los humanos, ¡No tenéis perdón!
Ya llegamos a mis recomendaciones. En música clásica podéis buscar interpretaciones del gran catalán universal y magnífico maestro de los nuevos interpretes de hoy Pau Casals (1876-1973), de Mstislau Rostropovich (1927-2007), de Jacqueline Mary du Pré (1945-1987), de la portuguesa Guilhermina Suggia (1885-1950) o del chino-francés Yo-Yo Ma (1955- ). Cualquiera de estos grandes del violonchelo os garantiza horas de espléndida música clásica.
En la música de Jazz también hay estupendos intérpretes, más que de chelo, de contrabajo y bajo eléctrico. Para empezar tendríamos a Jimmy Blanton (1918-1942), contrabajo en la prestigiosa orquesta de Duke Ellington; Charles Mingus (1922-1979), un grande del contrabajo en el más puro jazz clásico; Paul Chambers (1935-1969), contrabajo, nada menos, del mítico disco de Miles Davis, Kind of blues; o Dave Holland (1946- ), también colaborador de Miles Davis; Jaco Pastorius (1951-1987), bajista eléctrico que colabora con grupos como Weather Report; o Mark Egan (1951- ), bajista del Pat Metheny Group. Todos estos virtuosos de bajo y contrabajo os harán pasar horas muy intensas de puro Jazz o Jazz Fusión con interpretaciones magnificas.
En el cine podremos aproximarnos al violonchelo en una estupenda película: Hilary y Jackie del director Anand Tucker e interpretada en el papel de las hermanas Du pré por Rachel griffiths (Hilary du Pré) y Emily Watson (Jacqueline du Pré), es del año 1998.
Bueno, como es mi costumbre, me ha venido acompañando las melodías de un extraordinario disco de jazz: Mingus Dynasty, del año 1959, del magnífico Charles Mingus (en un Cd-álbum del año 1998). Este es un disco que no debería de faltar en ninguna colección de Jazz medianamente seria. Una maravilla de disco sin ningún desperdicio y que se escucha con placer de principio a fin. Este duende siente debilidad por el tema 3 del Cd, titulado Song with Orange, con ese ritmo acelerado característico de un Mingus Group entregado, una verdadera preciosidad intemporal. No dejéis de escucharlo, estos tipos os abducirán para siempre hacia el buen Jazz.
«En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad«. Arthur Schopenhauer, filósofo alemán (1788-1860).
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