Hola a todos.
Los duendes siempre, cada año, nos sumamos con entusiasmo al espíritu navideño.
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2014.
«La Navidad no es un momento ni una estación, sino un estado de la mente. Valorar la paz y la generosidad y tener merced es comprender el verdadero significado de Navidad”. John Calvin Coolidge, Presidente de los Estados Unidos (1872-1933).
Si para los no creyentes la figura histórica de Jesucristo es altamente controvertida y dudosa, qué no diremos de su fecha de nacimiento. Pero es que la fecha del nacimiento de Cristo ha sido, en la antigüedad, muy incierta incluso para la Iglesia Cristiana. Hasta el siglo II los cristianos situaron la fecha del nacimiento del Mesías en el mes de Mayo y sólo desde principio del siglo III empezaron a celebrar el nacimiento del hijo de Dios el 25 de Diciembre. Pero, claro, esto tampoco fue casualidad. En sus albores los cristianos usaron frecuentemente la estrategia de apropiarse de fechas ya significativas para otras creencias y otros pueblos para así ayudar y facilitar la conversión de nuevos creyentes. El solsticio de invierno, asociado desde la antigüedad a cultos al Sol y su renacer anual, es una de esas fechas singulares y celebradas por muchas otras espiritualidades anteriores al cristianismo y, en especial, por el Imperio Romano del siglo III. El apropiarse de esta fecha y convertirla, junto con la Pascua de Resurrección, en una de las más importantes celebraciones cristianas fue algo calculado y estratégico y, dado los resultados, bastante acertado. Pero, después de más de dos mil años de historia cristiana ¿A quién le importa un bledo todo esto?
Lo que este duende quisiera hacer notar es que, a estas alturas, la Navidad no es sólo ya la celebración del nacimiento del Mesías, sino algo más. Es, desde un punto de vista agnóstico y ya no sólo de los creyentes, un estado de ánimo, un sentimiento noble, una actitud generosa. Todo cambia y se transforma en el tiempo de Navidad. Este tiempo se podría extender desde mediados del mes de Diciembre (donde van apareciendo en casa las primeras evidencias: adornos, luces, árboles de Navidad y, no puede faltar, nuestro pequeño y hermoso Belén con su nacimiento y pastorcillos) hasta el días después del día de Reyes Magos. Para los niños es como una especie de maravillosa mascletá de felicidad: van cogiendo tono con el árbol de Navidad, el Belén, el turrón, la ilusionante carta a los Reyes Magos y terminan en esa traca maravillosa de explosiva alegría que es el día de Reyes con su increíble y colorida Cabalgata y sus ansiados regalos. En fin, es un tiempo de magia y felicidad exultante y masiva, muy difícil de entender y explicar por los duendes, pero una hermosa realidad que sólo podemos querer, compartir y disfrutar con alegría.
Sí, hoy día, se le podría acusar de ser unas fechas de un excesivo consumismo, pero es un consumo que se apoya en sentimientos sinceros hacia nuestros seres más queridos y apreciados, algo a lo que nunca se puede renunciar como seres humanos. Estos buenos sentimientos son utilizados por el mercantilismo imperante en vuestras sociedades desarrolladas (muy oportuna e inteligentemente utilizados, sí), pero se compra más de la cuenta en comida, para compartir en las cenas y comidas de familia, amigos o compañeros; tarjetas de Navidad para mandar recuerdos, besos y abrazos. Se compran regalos para Navidad (el gordito Papá Noel-Santa Claus-San Nicolás) y Reyes magos, para repartir dicha; vamos, que así lo que se compran son sonrisas infantiles, abrazos familiares y felicidades compartidas. Pero, ¡si por estas fechas hasta el jefe más insufrible se suele estirar un poquito con un paquete de turrón y cava! Y, ante tanta efusión de felicidad y buenos deseos qué se puede hacer: ¡Disfrutar y ser feliz! Mañana será otro día. De nuevo Carpe Diem. Porque este genuino y humano sentimiento navideño y todo lo que él supone en las familias y en la sociedad ha sido el único que ha sobrepasado por encima de atroces guerras, prohibiciones y persecuciones, y las mayores calamidades que los seres humanos han padecido, siendo una cegadora luz de humanidad en los tiempos más oscuros y tristes. Y esto, desde luego, no se puedo explicar con la razón: Sí, indudablemente, la Navidad, para muchos de nosotros, tiene algo inexplicable de divina o de mágica.
En mis recomendaciones de Navidad en cuanto a lectura, un clásico de toda la vida: Cuento de Navidad, de Charles Dickens, publicado por primera vez en 1843; este duende nunca se olvidará del personaje del Sr. Scrooge. Un clásico de Navidad que todo jovencito debería de leer.
En cine tengo algunas recomendaciones más. Primero, el clásico entre los clásicos de Navidad: ¡Qué bello es vivir! (1946), dirigida por Frank Capra y protagonizada por James Stewart, aunque esta recomendación es algo inútil pues siempre, casi todos los años, nos la echa por la televisión. Navidades Blancas, un musical dirigido por Michael Curtiz en 1954 e interpretada por Bing Crosby y Danny Kaye, con un repertorio de magnificas e inolvidables canciones navideñas. También Love Actually, del año 2003, dirigida por Richard Curtis, con Hugh Grant y Emma Thompson, entre otros; esta es una hermosa película de amores y cariños, muy optimista y alegre que se desarrolla en ese tiempo de Navidad y que nos dejará con una sensación placentera y feliz. Y, por último, la buena película centrada en las trincheras de la Primera Guerra mundial, Feliz Navidad (Joyeux Noël), dirigida por Christian Carion, en el año 2005, e interpretada por Diane Kruger y Daniel Brühl. Con cualquiera de estas películas os iréis metiendo en ambiente navideño, vamos.
Ya únicamente me queda despedirme de vosotros esparciendo a los cuatro vientos mis mejores y más sinceros deseos para todos los que volvéis ocasionalmente a nuestro Scriptorium y nos alegráis el alma con vuestra presencia y comentarios, y, como es nuestra costumbre, con un poco de humor:
“La Navidad en mi casa es por lo menos seis o siete veces más agradable que en cualquier otro sitio. Empezamos a beber temprano, y cuando el resto de la gente ve un solo Santa Claus, nosotros vemos seis o siete”. W.C. Fields, Comediante y actor norteamericano (1880-1946).
¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2014!
Merry Christmas and Happy New Year 2014!
Bon Nadal I Pròsper Any Nou 2014!
Feliz Natal e Feliz Ano Novo 2014!
Joyeux Noël et Bonne Année 2014!
Frohe Weihnachten und Happy New Year 2014!
Buon Natale e Felice Anno Nuovo 2014!
- La alegría de Santa Claus.
- Curioso Nacimiento.
- A todos, con mis más sinceros deseos: ¡Felices Fiestas!