Hola a todos.
Hoy, con nuestras postales, realmente producimos en nuestro Scriptorium un cruce de vías.
LA TARJETA POSTAL: LOS TEBEOS (O LOS CÓMICS).
Historietas o Tebeos: El arte secuencial. – Serie de dibujos que constituyen un relato cómico, dramático, fantástico, policíaco, de aventuras, etc., con textos o sin él, que puede ser una simple tira de prensa, una página completa o un libro.
Esta es la definición de los tebeos de la Real Academia de la Lengua. Ahora contaremos un poco más para aquellos espíritus interesados y, tal vez agradecidos, puesto que muchos niños, humanos y duendes, aprendimos a leer con estos entrañables amigos de papel, soñamos aventuras imposibles y exploramos medio mundo, e incluso el espacio sideral, sin salir de nuestro cuarto. Es de justicia ser agradecidos y hacerles este pequeño homenaje con las tarjetas postales del Scriptorium.
Aunque los dibujos siempre han ayudado a las letras en los antiguos relatos y en muchas obras impresas de todo tipo, los tebeos, como tal, son un producto muy reciente. Tenemos muchos ejemplos de lo dicho a lo largo de la historia: Los jeroglíficos del antiguo Egipto, en la Grecia y en la Roma clásica, los famosos libros manuscritos Iluminados del Medievo, el arte de las vidrieras o los códices precolombinos. Pero será a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en la presa europea y un poco más tarde, y ya de forma definitiva, en la presa de los Estados Unidos cuando se iniciarán los tebeos actuales como hoy los conocemos. Así las primeras historietas de la historia (o por lo menos, las más populares y conocidas por este duende) nacieron en la presa norteamericana: Los Cebollitas (The Katzenjammer Kios. Una especie de aventuras de unos antecesores de Zipi y Zape), del año 1897; las páginas de Little Nemo in Slumberland (El pequeño Nemo en el país de los sueños) de Winsor McCay, del año 1905 hasta 1911; Kracy Kat (el gato que recibía ladrillazos), de George Herriman del año1913; o Educando a Papá (Bringing up Hather), de George McManus del año 1913. En europa tendríamos la primera aparición de Tintín de Hergé en el año 1.929 y la revista de historietas juveniles Le Journal de Spirou del año 1.938, con el nacimiento de Spirou y Fantasio, de Rob-Vel. En España tendremos la popular revista juvenil que da nombre a este tipo de publicaciones en nuestro país: TBO en el año 1.917.
Los tebeos tendrán una primera época de gran esplendor que se sitúa en la década de los años 30 del siglo XX. Es en este momento cuando aparecen los grades ilustradores norteamericanos que, bajo la presión de la gran competencia editorial, irán creando los grandes héroes clásicos de los tebeos: Buck Rogers (la primera historieta de ciencia Ficción de la historia – 1.929), de Philis Francis Nowlan; Tarzán (1930) y El Principe Valiente (1937) de Hal Foster; Dick Tracy, de Chester Gould (1931); Flash Gordon, de Alex Raymond de 1934; Mandrake el mago (1934) y El hombre enmascarado (The Fantom, 1936), de Lee Falk; Cuto de Jesús Blasco (1935), en España; Superman de 1938, y otros muchos. La Segunda Guerra Mundial fue un paréntesis obligado para todos y para todo.
El mundo de los tebeos también tuvo su antes y después, claro. Al acabar la Segunda Guerra Mundial tendremos una segunda época de gran apogeo para los tebeos y que continuará hasta la década de los 60 que, la gran popularidad y difusión de la televisión, marcó el inicio de un declive inevitable. De esta época serán casi todos los grandes tebeos clásicos: The Spirit, de Will Eisner (1940), Rip Kirby, de Alex Raymond, (1946); Blake y Mortimer, de Edgar P. Jacobs (1946); Lucky Luke, de Morris (1946); Tex (el oeste desde Italia) de Bonelli-Galleppini (1948); Teniente Blueberry de Charlier-Giraud en 1963; Corto Maltés de Hugo Pratt de 1967; Astérix y Obélix de Goscinny-Uderzo (1959); las maravillosas chicas de Milo Manara (1972); Valentina de Guido Crepax (1965); y todas las futuras estrellas de la Marvel, Capitan America de 1941, Spiderman (1962), Hulk (La Masa, 1962), Iron man (1963), Conan el Bárbaro (1970), La patrulla X (1963), Los vengadores (1963), Los 4 fantásticos (1961), Thor (1962), Namor (1939, primero bocetos -1962, su reaparición con la Marvel), entre otros muchos más que harían interminables este artículo.
En España, por supuesto, también tendríamos nuestros buenos tebeos, destacando lo que se conoce como Escuela Bruguera y Escuela Valenciana. Por mencionar unos pocos muy destacados: El Guerrero del Antifaz de Manuel gago (1944); El capitán Misterio de Emilio Freixas (1944); El Jabato de Víctor Mora y Francisco Darnís (1958); El Capitán Trueno de Víctor Mora y Ambrós (1956); Manos Kelly de Antonio Hernández Palacios (1970); El Mercenario de Vicente Segrelles (1980); y todos los personajes de los tebeos Bruguera, Mortadelo y Filemón (1958) y el botones Sacarino (1963), de Francisco Ibáñez (1958), Carpanta (1947) y Zipi y Zape (1948) de Escobar, SuperLópez de Jan (1970) y muchos más que son imposibles de citar aquí. La época de gloria de los tebeos en España se prolongó un poco más que en otros países llegando, sobre todo por el impulso final de la poderosa Marvel y los últimos tebeos de la editorial Bruguera, hacia el final de los 70 y principios de los 80.
Hoy en día los tebeos o cómics (como parece se prefiere llamarlos ahora) no pueden competir con los videojuegos y la televisión en la atracción de los jóvenes y así han quedado relegados a un público más adulto, más como un producto para aficionados nostálgicos, en reediciones de clásicos, como novelas gráficas de gran calidad, como libros más “culturetas” y como medio muy propicio para denuncias o reivindicaciones sociales. Siendo, en nuestra modesta opinión, pocas las novedades anuales, y que suelen aprovechar para presentarse en sociedad y lucir su calidad las puntuales ferias del gremio editorial. Vamos, que fueran del reducido circuito de tiendas especializadas, las secciones de tebeos en las librerías han menguado bastante últimamente. En suma, que los tebeos han pasado de ser considerados un subproducto cultural destinado a los jóvenes y adolescentes a ser considerados por algunos como El Noveno Arte (aunque aquí también tenemos una pequeña curiosidad anacrónica, pues este Noveno Arte es anterior en el tiempo a el Séptimo Arte -el cine- y al Octavo Arte -La fotografía-. Cosas de los sabios).
Y, como no podía ser de otra manera, los tebeos también han llegado a las tarjetas postales. Por este medio sencillo y barato muchas series gráficas se promocionaron entre todo tipo de potenciales clientelas, jóvenes adolescentes y adultos aficionados, que terminaban por perseguir aquellas tarjetas de sus héroes preferidos para crear así su propia colección. Hoy os mostramos una selección de ellas esperando que os gusten y os hagan pasar un rato agradable, incluso es posible que a algunos de vosotros os traigan recuerdo de otros tiempos más sosegados. Porque, no os quepa ninguna duda, en todo este mundillo de los tebeos hay mucho de nostalgias y de viejos roqueros (que nunca mueren), os lo aseguro, y este duende… ¡el primero!
- El Príncipe Valiente.
- El reportero Tintín.
- Tex (el Oeste de Italia).
- El hombre enmascarado (The Phantom).
- El Capitán Miracle, del britanico Don Lawrence.
- Spirou y Marsupilami.
- Blake y Mortimer.
- Express de Moebius.
- Valentina de Guido Crepax.