Hola a todos.
Ya sé que en la Introducción al Scriptorium mencionamos que el tema político debía dejarse fuera de nuestro rincón cultural. Pero es que lo de este personaje político es del todo inaceptable y nadie sensible al mundo de la cultura y la educación puede quedar impasible ante su incapacidad manifiesta y sus muestras de tremenda arrogancia personal.
PERSONA NON GRATA: SR. DON JOSÉ IGNACIO WERT.
Escena en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca el día 12 de Octubre de 1936 (textos extraídos de La guerra Civil Española de Hugh Thomas)
En el Paraninfo: ¡Viva la Muerte!
Miguel de Unamuno: Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia… Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito «¡Viva la muerte!» y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor.
Millán-Astray: ¡Muera la intelectualidad traidora! ¡Muera la Inteligencia! ¡Viva la muerte!
Miguel de Unamuno: Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho.
Sr. Don José Ignacio Wert (1950- ), la LOMCE, su Ley, aprobada por su Ministerio amparándose en sus mayoría parlamentaria, imponiéndola de forma descarada e indecente, porque es rechazada por la mayoría de los españoles, por la inmensa mayoría de la docencia y por todo el mundo de la cultura, no cambia mucho el sentido de aquella escena de irracional y patética humillación intelectual. Una ley de educación que quieran los Hados, el Destino o, si usted lo prefiere, Dios no tengamos que sufrir mucho tiempo por el bien de nuestros hijos y de la Dignidad Humanística de España, claramente vejada y mancillada por su lamentable y desastrosa gestión ministerial.
Usted tiene el dudoso honor de aceptar, parece ser que sin rechistar y de forma sumisa, un Ministerio al que se le rebaja más de 4.800 millones de Euros (más de 798.000 millones de Pesetas) en su presupuesto de 2012-2013. Sí, sí, la herencia recibida, y patatín y patatán; excusas y coartadas que le están sirviendo a este gobierno para realizar un retroceso social desconocido hasta la fecha, claramente ideológico, y que castiga de forma injusta y selectiva a las clases medias y obreras, que son las que realmente están pagado todos los despropósitos políticos de este gobierno de tecnócratas. Pero, claro, una vez aceptadas estas condiciones ya pone usted su “brillante lucidez liberal comprometida y responsable” para buscar soluciones, ¿verdad? Subir el ratio de alumnos por aulas un 20% en todo el ciclo educativo, lo que supone condenar a la precariedad o al paro, y desde luego siempre a la incertidumbre personal más lamentable, a más de 40.000 profesores interinos; subir las tasas universitarias y de grado superior de la Formación Profesional; bajar de forma directa o indirecta la becas de estudio; consentir la desaparición de los comedores escolares, imprescindibles para muchos padres obreros; o sacar su brillantez liberal a los medios para insinuar el cambio de normas a mitad de partido y amedrenta de forma absurda a nuestros jóvenes ERASMUS, teniendo que recibir (estoicamente, eso sí) una corrección política por parte de Europa; o los recortes constatables en Investigación y Desarrollo que supondrán la fuga forzada de nuestros jóvenes más preparados allende de nuestras fronteras, como tristemente ya está ocurriendo en todos los ámbitos profesionales y carreras universitarias. El día 22 de mayo de 2012 recibe usted (por su lamentable y triste gestión. Sí, es usted responsable aunque a su arrogante conciencia le resbale) la primera Huelga Unitaria de todo el ámbito educativo español.
Su conciencia liberal vuelve a ceder ante la Conferencia Episcopal y se carga la Educación para la Ciudadanía volviendo a introducir en las aulas el adoctrinamiento religioso y haciendo valer la nota de religión en la nota media de selectividad (yo creía que nuestra educación avanzaba hacia una educación laica y liberal, pero estaba equivocado por lo que se ve. Habrá que seguir luchando por ese ideal; qué otra cosa podemos hacer). Pero seguir con la lista de despropósitos de este inepto ministerio que usted dirige nos alargaría en demasía este escrito y no es nuestra intención, pues además, mucho nos tememos, que usted haciendo gala de su proverbial tenacidad seguirá a lo suyo que es lo que más le llena y satisface: españolizar a los niños catalanes y, por qué no, a los gallegos, vascos, cántabros o léperos: ahí, señor Ministro, con un par, ¡España Una!
Bueno, que a los españoles se nos puede pedir muchos sacrificios por el bien de su España (que seguramente no coincidirá con la nuestra), pero, la verdad, para disfrutar de este nivel de políticos (el señor Rajoy no lee libros porque no tiene tiempo; usted no verá cine español porque el señor Montoro le habrá advertido de su mala calidad; el señor Jorge Fernández Díaz, todo un súper héroe, salta una valla con cuchillas concertinas y sólo se despeina el poco pelo que le queda; el señor Gallardón ahorrando presupuesto pero a costa de ir castigando con nuevas tasas a la Justicia, en perjuicio de los menos pudiente y de los obreros –lo que no nos parece justo, ni a nosotros ni a la mayoría de los jueces-; la señora Cospedal, la Presidenta manchega, haciendo el ridículo más patético en directo y ante toda España intentando explicar atolondradamente lo inexplicable en la cuestión del despido del Sr. Luis Barcenas y negando continuamente el asunto de los sobres misteriosos, siendo lo único que ha conseguido la mofa general y un claro desprestigio político, y así vete tú a saber que otros brillantes intelectuales liberales nos gobiernan), sinceramente, prefiero no contribuir a su idea de España.
Yo le pediría que, si tiene usted algún rescoldo de dignidad, dimita y deje paso a otro brillante liberal (a ver si tenemos más suerte esta vez). Porque usted, con todos nuestros respectos, no nos parece un liberal en ningún sentido. No, la verdad, usted no es ningún Indiana Jones en ninguna lejana jungla y sin machete, usted es otra cosa mucho más cercana y conocida en esta España nuestra. Sus actitudes, posicionamiento y gestión de la cultura nos parece obra de un derechista rancio insufrible, de los de toda la vida, más reaccionario que otra cosa, un cruzado iluminado que seguramente pensará que no es suficiente con rezar el rosario todos los días al acostarse para ganar el cielo. En fin, quiero manifestar desde aquí que creo sinceramente que el señor Wert es el peor Ministro de Educación y Cultura de toda nuestra historia democrática. Pero qué clase de Ministro de Educación es usted cuando al día de hoy usted ¡no puede visitar ninguna Universidad de España! ¡Ninguna, señor Ministro! Usted nos ha demostrado a todos los españoles que ¡este Ministerio le queda muy grande, señor Wert! Yo no le deseo ningún mal personal, por supuesto señor Ministro, pero, lo siento, no puedo dejar de desear con cierta ansiedad que pase usted a la historia política más pronto que tarde, y que esta historia le reserve el merecido puesto que usted se ha ganado de forma laboriosa y por su entrega sincera: ¡el olvido!
Nuestro Scriptorium de Ávalon pretende ser un espacio abierto y plural para todos aquellos que respeten y valoren la Cultura, el Laicismo y el Progresismo bien entendido, personas que destaquen por sus Valores Humanistas por encima de sus intereses económicos y sus egoístas actitudes capitalistas y, sinceramente, usted señor Wert creemos que no reúne esos requisitos. Por este motivo, lo lamentamos, pero podemos nombrarle y le nombramos, la primera:
PERSONA NON GRANTA EN EL SCRIPTORIUM DE ÁVALON.