Hola a todos.
Hoy tocaremos a dos grandísimos ilustradores gráficos que hicieron con sus dibujos y esculturas de cronistas de la conquista del Lejano Oeste norteamericano.
Frederic Remington (1861–1909) y Charles M. Russell (1864–1926).
Ilustradores Estadounidenses.
El cine, el Séptimo Arte, ha sido siempre una especie de popular sucedáneo cultural para unas cuantas generaciones que tuvieron grandes dificultares sociales para acceder a otro tipo de formación educativa. Así, muchos de nuestros progenitores sabían que Cleopatra tuvo amoríos con Julio Cesar y Marco Antonio, generales de Roma, y siempre se pensaba en Elizabeth Taylor y Richard Burton; que el Cid conquistó Valencia y gano una batalla después de muerto (de ahí lo de sucedáneo, por ejemplo), y se pensaba en Charlton Heston, y así, miles de ocasiones más. Por esto no es una paradoja extraña en nuestra época que gran parte de los europeos de hoy conocen mucho mejor la historia del siglo XIX de los Estados Unidos, la epopeya de la conquista del Far West, que la de sus propios países. Pero mucho antes que el cine, y de cuyas obras el propio cine se apropió en provecho de sus grandes películas del género Western, estuvieron los grandes cronistas gráficos contemporáneos de los hechos que supieron plasmar de manera grandiosa y gran belleza la épica de esta gran aventura americana.
En opinión de este duende, destacando por encima de los ilustradores de la época estuvieron el par de artistas que hoy tratamos pero, qué duda cabe, hubieron muchos más. Mencionaré a algunos por si tenéis tiempo y deseáis consultar y ampliar más datos sobre ellos y descubrir gran número de magníficas ilustraciones. Como precursores tendríamos a George Catlin (1.796-1872) y a Alfred Jacob Miller (1.810 – 1.874), a Thomas Moran (1.837- 1.927) o Thomas Hill (1.829- 1.908), y otros grandes ilustradores del salvaje Oeste serían Oscar Berninghaus (1.874-1.952), Newell Convers Wyeth (1.882-1.945), Charles Schreyvogel (1.861-1.912) o Georgia O’Keeffe (1.887-1.986); y la lista continuaría con otros muchos más, pero me quedaré en estos para no cansar.
Frederic Ramington Sackrider era una persona amante de la naturaleza que pasó su infancia cazando y cabalgando. Muy pronto descubrió su inclinación artística y estudio dibujo en la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York. En 1.886 ya cubriría, como cronista de la revista semanal Harper’s Weekly, la guerra de ejército estadounidense contra la revuelta india del jefe apache Gerónimo, tomando gran número de fotos y bocetos que luego plasmaría en sus inmortales obras. Años más tarde, en 1.898, también cubrió para la prensa la guerra
de Cuba contra España, inmortalizando la carga de caballería a pie que el futuro presidente de la nación, Theodore Roosevelt, dirigió para tomar la famosa colina de San Juan. Aunque claro, estos norteamericanos engrandecen cualquier acontecimiento. En las posiciones de defensa de lo alto de la colina habría unos 300 españoles, con el único apoyo artillero de dos piezas tipo Krupp de tiro rápido, mal atrincherados y peor pertrechados, que aguantaron durante todo un día el ataque, desde varios frentes, de unos 15.000 soldados norteamericanos con unas 12 piezas de apoyo artillero tipo Hotchkiss de tiro rápido. Los españoles pierden la colina a media tarde tras quedarse sin municiones y casi sin efectivos. Al final del día, será una carnicería para los dos bandos, y los defensores, tras una retirada organizada, sólo logran salvar ¡8 soldados! En fin, otro Álamo, menos conocido y cinematográfico por ser en el bando contrario; lo de siempre, sacrificio ordenado, inútil y absurdo, por lo desigual del enfrentamiento, de oficiales y tropa de regulares para alimentar de vana gloria castrense a ambos bandos, opino.
Charles Marion Russell, también conocido como “Kid” Russell o cariñosamente como “El vaquero artista”, realizó miles de obras, pinturas y esculturas, de vaqueros en sus faenas, pueblos indios, exploradores y cuatreros, y paisajes del Far West. Hoy día existe varios museos dedicados al artista por todos los Estados Unidos, destacando entre ellos tal vez el de la ciudad de Great Falls del estado de Montana, un museo que cuenta con más de 2.000 obras y objetos personales del artista entre los fondos expuestos.
Como ya he comentado, la historia de la conquista del Oeste americano es por todos archiconocida gracias al cine. Pero, no hay duda, que se nos ha mostrado casi siempre desde un punto de vista algo sesgado y partidista, sobre todo en el asunto de las tribus indias, ¿verdad? Los pueblos indios han terminado siendo totalmente exterminados o, los supervivientes a las guerras indias, recluidos en tristes y pobres reservas que los han segregado y empobrecido de manera injusta y manifiesta, sin grandes esperanzas de futuro, siendo incluso hoy día considerados ciudadanos de segunda clase, y todo ello en nombre del “progreso” de la nación norteamericana. Como consecuencia de estas singulares políticas segregacionistas, al contrario que en el resto de América, no se aprecia en este país la generalización del hecho social de “mestizaje” entre colonizadores norteamericanos y aborígenes indios. Os recomendaría la lectura de un extraordinario libro para conocer algo más del tema de los pieles rojas de norteamérica: “Enterrad mi corazón en Wounded Knee” por Dee Brown; no os arrepentiréis de leerlo, seguro. También podéis ver la magnífica película del año 1990 dirigida e interpretada por Kevin Costner, “Bailando con lobos”, que creo que refleja muy bien la vida nómada y libre de los pueblos indios y su inevitable choque con la civilización blanca.
Pero ahora observar estas magníficas ilustraciones y comprobaréis que nos muestran de forma mucho más cariñosa, imparcial y bella la grandeza de aquellas tribus indias, de su lucha desigual y sin esperanza y, en general, en ellas veremos la gran hazaña de la conquista del Oeste que estuvo en todo momento llena de épicas y asombrosas gestas aventureras. Paisajes inexplorados, luchas indias con guerreros indómitos y orgullosos contra la marcial y equipada caballería militar (los famosos yanquis), cazadores de búfalos y traperos, polvorientos vaqueros y cuatreros asesinos, marshals de nervios de acero y pistoleros arrogantes, todo ello mostrado desde el punto de vista de dos grandísimos artistas que marcaron para siempre la imaginación aventurera de varias generaciones de niños, ya no sólo de su país, sino del mundo entero.
Bueno, forasteros, espero haberos ofrecido unos pequeños pellizcos agradables para la vista con estas bellas ilustraciones y ahora os dejo para acercarme al Saloon y tomarme unos vasitos de güisqui viendo a las bonitas chicas del can-can y, si tengo tiempo, echaré unas manitas de póquer con el tahúr de turno, que creo me lo tengo merecido: ¡yooooohu, Johnny!
- Ilustración Charles M. Russell.
- Ilustración Charles M. Russell.
- Ilustración Charles M. Russell.
- Ilustración Charles M. Russell.
- Ilustración Charles M. Russell.
- Ilustración Charles M. Russell.
- Ilustración Charles M. Russell.
- Escultura Charles M. Russell.
- Escultura Frederic Remington.
- Ilustración Frederic Remington.
- Ilustración Frederic Remington.
- Ilustración Frederic Remington.
- Ilustración Frederic Remington.
- Ilustración Frederic Remington.
- Ilustración Frederic Remington.