Hola a todos.
Hoy voy a intentar no emocionarme mucho al hablaros de este ilustrador, aunque creo que no lo lograré.
HUGO (EUGENIO) PRATT (1927-1995).
Ilustrador Italiano.
Algunas de sus obras más significativas:
– Sargento Kirk. 1.952.
– Ticonderoga. 1.958.
– Escorpiones del desierto. 1.967.
– Corto Maltes (12 álbumes). 1.967-1.992.
No pierdas el tiempo, si te gustan los tebeos, más temprano que tarde deberías llegar a este pirata romántico que nos ha marcado de forma determinante a casi todos los aficionados. Los dibujos de Hugo Pratt siempre me han parecido de lo mejor que he visto en ilustración y, sobre todo, hay que destacar su extraordinaria maestría como acuarelista. Con cuatro pinceladas ya parecía conseguir la perfección y la atmósfera que requería el personaje o la escena, creando páginas en cuadernos y libros de una belleza que, en mi opinión, no han sido superadas. El éxito extraordinario de Corto Maltés le ha llevado incluso al cine de animación; aunque no sé si esto habrá sido del todo de su propio agrado.
Este personaje se salía de todo perfil conocido en los tebeos. Era fumador empedernido, tranquilo, inteligente, reflexivo, sin ambición, galante, noble y arrojado pero, en un momento dado y sin ninguna vacilación, era capaz de vaciar un cargador a corta distancia y mirando a los ojos a sus enemigos o liarse a mamporros con su mejor aliado. ¿Su mejor aliado?, bueno esto también se salía de cualquier perfil conocido. Mientras otros personajes del cómic se complementaban con compañeros igualmente valientes, honrados y honestos, Corto Maltés tiene por compañero más habitual al personaje más canalla, al mayor sanguinario asesino que uno se pueda imaginar: al ruso Rasputín. Las bellas mujeres con las que se cruza en las historietas todas pasan, le rozan, le desean, pero ninguna permanece: Venexiana Stevenson, Pandora, María Seminova, Boca de Oro, shanghai lil, y un largo etcétera. Al fin y al cabo es un héroe solitario y viajero, un pirata romántico que se crea su propia línea de la vida cortándose la palma de su mano.
En suma, en la modesta opinión de este duende, el lirismo y el ritmo que se alcanza, tanto por guión como por ilustración, en las aventuras de Corto Maltés son una de las alegrías placenteras de la vida que hay que agradecer a su genial creador. Pero, claro, esto es del todo normal porque Hugo Pratt siempre tuvo las cábalas, las cartas y los hados de su parte.
- Acuarela de Hugo Pratt.
- Acuarela de Hugo Pratt.
- Acuarela de Hugo Pratt.