HA NACIDO EL BLOG: COSTA DA MORTE. Fronteras de Atlantis.

Hola a todos.

Hoy queremos haceros participes del nacimiento de un nuevo blog hermanado con el Scriptorium y realizado por un gran amigo de este duende. Hemos añadido a nuestra banda lateral una imagen de enlace a este nuevo proyecto que pretender ser un espacio cultural, plural y ameno.

 

HA NACIDO EL BLOG: COSTA DA MORTE. Fronteras de Atlantis.

 

Costa da Morte.

Costa da Morte.

Breixo Abréu, gallego de Camariñas, es un viejo lobo de mar, jubilado, algo rudo y terco, pero con tiempo y ganas de mostrarnos su personalidad generosa y extrovertida, además de su incondicional amor por la mar y las gentes marineras. Embajador de Ávalon en los reinos de Iberia y cónsul de Atlantis en las tierras emergentes. Es, igualmente, mi entrañable amigo desde hace muchos años y hemos compartido amenas tertulias y opiniones, ricas viandas, amén de deliciosos orujos de Galicia y buenos Whiskys de Ávalon. Se puede decir que el bueno de Breixo y este duende escribano somos almas gemelas. Nos unen muchos puntos en común: nos gusta la buena literatura, la buena música, el buen cine, somos de izquierda socialista, republicanos convencidos, agnósticos recalcitrantes, y, muy importante, ambos tenemos una imaginación rica y algo incontinente. Pero, para ser sincero, me ha costado lo mío convencerle de que iniciará esta aventura bloguera. Recuerdo perfectamente nuestra última y determinante charla…

Oye, Breixo, ahora que dispones de más tiempos libre, no te apetecería sumarte a los nuevos tiempos y crear un coqueto blog que nos hable del mar y sus gentes. Llevas años soltándonos largas peroratas de asuntos marineros y ahora, llevándolas a un blog, creo que disfrutarías y te entretendrías de una forma amena y enriquecedora.

Me miró con algo de asombro y sorpresa.

– Pero Duende, ¡qué dices! ¿Crear yo un blog! Yo soy parlanchín, cierto, pero hombre de pocas letras y escasos conocimientos. ¿Cómo voy a afrontar esa empresa con un mínimo de viabilidad e interés?

– ¡Que eres de pocas letras! – me sorprendió mucho oírle decir esto, la verdad, era intencionada falsa modestia – . En tus guardias, largos viajes y tiempos muertos has leído más libros que este duende y llevas media vida completando interminables Cuadernos de Bitácoras. ¡Ya tienes lo esencial! ¿Escasos conocimientos? Tú siempre te puedes apoyar esa heterogénea y variopinta tripulación de la taberna El Pecio Alegre. Por lo que me has contando, allí cuentas con un buen maestro de escuela muy leído y culto, estupendos cinéfilos, mejores melómanos y hasta pequeños filósofos que se atreven con lo divino y lo pagano. Sin contar con la extraña y mágica concurrencia nocturna que suele frecuentar el lugar y que siempre tienen cosas interesantes que contar. Creo que si los consigues convencer y enrolarlos en tu proyecto te podría salir algo muy decente, útil y atractivo.

– En eso sí tienes mucha razón – ya iba teniendo la mirada perdida en el techo y una ligera sonrisa en el rostro-. Pero, ¿y si no estoy a la altura y hago el ridículo? La verdad, me da un poco de vergüenza.

– ¡Hacer el ridículo! ¡Vergüenza! ¡Pero en qué país vives! ¡Por las Hadas, mira a tu alrededor! – esto terminó de irritarme del todo y desató esa rabia natural que todo duende esconde-. ¡Vergüenza! Vives en un país gobernado por una derecha insufrible que obliga, con sus políticas capitalistas, a los jóvenes más preparados a emigrar a la fuerza a otros países, los expulsa, les sobran, los aparta de sus familias, y, a los pocos que se quedan, les ofrece un trabajo precario, mal pagado y lastimoso, ¡los convierte en jóvenes depresivos!  Y esas migajas se le ofrece a los jóvenes bien preparados, a los de estudios básicos les espera trabajos de miseria, explotación, inseguridad y precariedad laboral y un futuro más lastimoso todavía. ¡Mira en las televisiones! Llenas de mediocres profesionales vendidos a programas basura y legiones de esos desencantados jóvenes que se apunta a los casting de estos programas porque hacen de la televisión el centro principal de sus aspiraciones y sueños de enriquecimientos rápidos: jóvenes que por salir en la tele… ¡maaaatan! Para luego, por un puñado de parné, mostrar sin ninguna vergüenza ni pudor sus más patéticas carencias, una manifiesta incultura, a gritos sus groserías más burdas, sus sentimientos más íntimos y, en suma, nos muestran a una juventud indolente, superficial, materialista y lamentablemente obscena, que termina equivocadamente, en mi opinión, por parecer el paradigma deseable de toda una generación. ¡Vergüenza! Tú hablará en tu blog del mar y las gentes marineras, algo que quieres y amas con el corazón y el alma. Mostrarás de forma sincera tus gustos culturales y tus opiniones personales, y lo harás desde el respeto y la buena intención. ¡Vamos, Breixo, medita! Al lado de toda esa tempestad de vulgaridad televisiva y mediocridad política, lo tuyo sí que va a desentonar, ¡será una brisa fresca, higiénica y limpia! Seguramente no le guste a todo el mundo lo que escribas, pero ¿quién pretende gustarle a todo el mundo? Eso es imposible, lo sabes bien. Como yo, como todos, con los años, tú ya tienes tu ideología y tus ideas preconcebidas y a todos no les van a gustar tus opiniones, está claro. Al final puede que te lean unos pocos, “los de tu cuerda”, como ocurre normalmente con la prensa, donde cada periódico atrae a los de su línea de opinión. Esto es de sentido común. Por otra parte, ¿qué es lo peor que te puede pasar? Que no te lean y que tu blog no cause el más mínimo interés, pues lo dejas y a otra cosa. Más se perdió en Cuba. Pero, ¡y si ganas lectores! Disfrutarás tú y tus compadres de la taberna, os divertiréis de forma barata (que con los tiempos que corren, es para tenerlo muy en cuenta) y enriqueceréis vuestro bagaje cultural compartiendo conocimientos y opiniones. Vamos, viejo lobo de mar, embárcate en la aventura y proa para adelante, como los de Alicante.

Breixo retiró de sus labios la vieja pipa de espuma de mar y su sonrisa era ya clara y hasta explosiva.

– De acuerdo, viejo amigo, me has convencido. Me pongo en la tarea de crear un blog marinero y de alguna cosilla más, pues intentaré obtener la complicidad y colaboración de toda mi peña del Pecio. Pero me temo que hay un tema, como tú bien sabes, que me exaspera sobremanera y no sé si sabré contenerme y mantener las buenas maneras que exige el sitio y las circunstancia, es el tema político. Soy un viejo socialista y los tiempos actuales de la Iberia me parecen tenebrosos, o por lo menos grises, llenos de políticos cínicos, mediocres y deshonestos. Pero te prometo ser prudente y comedido.

– Bien, Breixo. Sí, intenta ser prudente y comedido siempre, pues ya se sabe, no hay persona que sea en todo momento y lugar y a los ojos de todos, deshonesto, corrupto o incompetente. Todo depende siempre del cristal con que se mira. Pero que tu incontinencia crítica no te haga desistir de tu nuevo blog. ¿De acuerdo?

Y me estrechó mi menuda mano con un fuerte apretón de su manaza.

– ¡De acuerdo Duende! Y ahora, ¡tacaño incorregible!, saca ese celestial Whisky de doce años que tienes tan bien guardado para las grandes ocasiones y, por esta vez, no escatimes en el trago y muéstrate algo más generoso de lo habitual en ti. 

 

Viento en popa y a todo trapo... ¡buena suerte!

Viento en popa y a todo trapo… ¡buena suerte!

Y así fue la gestación de este nuevo blog marinero que ahora os recomiendo y que inicia su singladura bloguera. Aunque, para ser sincero, Breixo nunca ha sido muy constante en sus empresas y me temo que la continuidad de este nuevo blog esté sujeta a la aceptación y concurrencia. Pero esto sólo el tiempo nos lo dirá, ¿verdad? Como ya hemos dicho, hemos puesto una imagen de enlace en nuestra barra lateral y, a su vez, Breixo ha puesto otro enlace al Scriptorium en su propia barra lateral: Yo por ti y tú por mí. Es lo justo, ¿no? Ya únicamente me queda desearle a Breixo y a su simpático equipo tabernero toda la suerte del mundo y que disfruten mucho en esta nueva navegación sin encontrar fuertes tormentas ni escollos insalvables. Que su nueva Odisea sea un viaje noble, enriquecedor y divertido, siempre proa hacia la búsqueda del saber y el conocimiento humanista,  y ojalá, quieran las Hadas y el Destino, nos salve o mitigue un poco al alma de tanta estulticia y vulgaridad televisiva y política. Desde Ávalon y Atlantis…  ¡Buen viaje Costa da Morte!

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LA TARJETA POSTAL: MUJERES DE MAR.

Hola a todos.

Recientemente, les hicimos un pequeño homenaje con nuestras postales ilustradas a los hombres del mar pero, ya lo reconozco aquí, estaba incompleto. Porque ellos sin el complemento de sus amantes compañeras pierden muchos enteros, la verdad. Es de justicia completar aquel artículo con el de hoy.

LA TARJETA POSTAL: MUJERES DE MAR.

“Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar”. Khalil Gibran (poeta libanés).

Y las mujeres de mar, desde luego, son las que más saben de mar y de lágrimas.

El regreso del trabajo.

El regreso del trabajo.

Hoy día, el papel de las mujeres en general dentro de nuestras sociedades desarrolladas no tiene nada que ver con el que tenía hace tan sólo unas décadas. Hoy las mujeres son mucho más independientes, respetadas, preparadas, decididas y, en general, mucho más libres. Y todo ello gracias a su propia lucha y sacrificios personales por la igualdad de género, por obtener una mayor estima y consideración por parte de la sociedad civil que, hay que reconocerlo, históricamente siempre ha pecado de una fuerte inclinación machista. En fin, que aunque todavía no hemos llegado al punto idóneo deseado en cuanto a igualdad se refiere y todavía hay mucho camino por recorrer y luchas en las que porfiar, hoy las chicas sólo puedes suspirar aliviadas al recordar tan solo las duras condiciones sociales de la vida de sus abuelas.

Echando una mano.

Echando una mano.

En otros tiempos, ya hemos dicho no muy lejanos, la mujer tenía un papel mucho más humilde, callado y relegado en la sociedad. Eran, casi en su totalidad, esposas atadas al destino de sus maridos y madres cargadas, casi en exclusividad, con la crianza de sus muchos hijos (porque solían ser muchos, la verdad). Así, con esta simpleza de argumentos, los padres solían aconsejar a sus hijas que fueran muy cuidadosas en la elección de su futuro esposo, pues del acierto o error de su elección iba a depender en gran parte la felicidad de toda su vida. Claro que luego actúan los cupidos de turno con sus flechas traicioneras y, pues eso, que unas aciertas y otras no.  Esto viene a cuento por lo que voy a decir a continuación.

Ya vuelve papá

Ya vuelve papá

Elegir a un pescador o  a un marino por esposos no era, ni mucho menos, una elección fácil ni cómoda. Estos oficios del mar no son de los de rápido enriquecimiento y meteórica ascensión social (bueno, excepto el de pirata; pero es un oficio muy mal visto, en claro declive y con muy poco futuro). Cualquier otro gallardo joven con otras expectativas de futuro, por ejemplo, un político, un abogado, un comerciante, en fin, casi cualquiera vamos, hubiera sido una elección mucho más sensata y comprendida. Los honrados hombres de mar aspiran, en su mayor parte, a un humilde jornal (casi siempre más escaso que holgado), embarcan sin fecha de regreso, un amor en cada puerto (que ojos que no ven…), escriben poco y, sobre todo, que la esposa de marino o pescador siempre tiene el doble de papeletas que cualquiera otra en la lotería de las madres viudas, con todo el dramatismo familiar que conllevaba este estado civil hace tan sólo un siglo. Deducción: las mujeres del mar, todas sin excepciones, se casan sinceramente enamoradas hasta las trancas, vamos. Pienso que las lindas y apetecibles chicas que fueran un poco calculadoras e interesadas harían valer su palmito para cazar pretendientes más acicalados y prometedores, ¿no?

Esperando el pescado fresco.

Esperando el pescado fresco.

Ahora bien, mirar con atención estas preciosas postales ilustradas que ahora compartimos y veréis con simpatía lo que ellas nos muestran con belleza y sencillez. Ahí están, esas autenticas mujeres del mar, entregadas en cuerpo y alma a sus maridos e hijos, sacrificándose en la crianza y echando una mano en las duras tareas marineras hasta la extenuación, sufriendo lo indecible por cada temporal y mirando el esperanzador horizonte del mar hasta dolerles los ojos. Y todo por qué: por amor, incondicional e impagable. Estas son mujeres de verdad, sencillas y cristalinas, que no necesitan vestidos lujosos ni joyas ni adorno añadido alguno para irradiar su grandeza humana. Siempre bellas, por fuera y por dentro, haciendo valer su carácter, su entrega, su sinceridad espontánea, su gran corazón, en suma, su amor verdadero. ¿Qué hombre sería capaz de despreciar y no querer a estas compañeras a su lado en este valle de lágrimas que es vuestra corta vida? sólo los más estúpidos e insensatos, pienso.