Hola a todos.
Cualquier aficionado a los tebeos que se precie tendrá entre su póquer (o repóquer) preferido al inmenso ilustrado que hoy nos toca.
WILL EISNER – WILLIAM ERWIM EISNER (1.917 – 2.005).
Ilustrador y profesor estadounidense.
Algunas de sus obras más destacadas:
– The Spirit – 1940-1952.
– El contrato de Dios (historias del Bronx de los años 30) – 1978.
– El cómic y el arte secuencial – 1.985.
– Viaje al corazón de la tormenta – 1991.
– La narración gráfica – 1.996.
– La avenida Dropsie (la historia del barrio Bronx Sur) – 1.995.
– La conspiración – 2.005
Compaginó su producción artística con la enseñanza en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York. Con la publicación en 1.978 de El Contrato de Dios, se puede decir que fue el creador del concepto Novela Gráfica, dándole un nuevo prestigio y relevancia a las historietas de adultos que antes de él, creo sinceramente, no tenía. Pues las historietas, con sus héroes y superhéroes, estaban destinadas principalmente al entretenimiento de un público juvenil y adolescente; mientras que las crudas denuncias sociales de las historias gráficas de Will Eisner ya iban dirigidas a un público mucho más maduro y consciente. Su ritmo cinematográfico, sus escorzos de movimientos de acción y sus viñetas de claroscuros junto con sus novedosos puntos de vistas son, sencillamente, magistrales e impresionantes, de lo mejorcito de todos los tiempos (sin desmerecer a nadie, sólo hay que comparar una pelea de puñetazos de The Spirit con una de Roberto Alcázar y Pedrín: con todos mis respetos… ¡no hay color!).
Su personaje más emblemático es The Spirit. Nació en 1.940 pero muy pronto fue relegado a manos de otros dibujantes pues Will Eisner fue movilizado en 1.942. Ya, a partir del año 1.945, terminada la Segunda Guerra Mundial, Eisner retomo la serie como tira dominical que ya no interrumpiría hasta el año 1.952. The Spirit era un justiciero enmascarado atípico, Denny Colt, expolicía que no era propiamente un superhéroe. De la Jefatura de Policía del comisario jefe Dolan salía, en compañía de su joven ayudante negro Ebony White, para enfrentarse a puños limpios con el mundo del hampa y sus actividades criminales en los bajos fondos. Y era un justiciero al cual “le partían la cara”, le herían y lo dejaban para el arrastre, como se suele decir, pero, mira tú por dónde, desde que se lo colocará allá por los primero capítulos de la serie, nunca perdía el antifaz en sus peleas. Estaba enamorado de la hija del comisario, la dulce Ellen Dolan, pero esto no era obstáculo para que fuera atraído por un buen elenco de bellas mujeres fatales: La Reina Negra, Silk Satin, Silken Floss y, sobre todas, P’Gell. El reparto de archienemigos tampoco se quedaba corto, desde el Doctor Cobra, Goran el ogro y, también destacando, Octopus al que nunca se le vio el rostro y era conocido por sus característicos guantes de tres bandas amarillas. En fin, será siempre una serie y un personaje inolvidable e irrenunciable para este duende.
A partir del final de los años 70, Will Eisner cambió radicalmente de registro y empezó a centrarse en las ya mencionadas Novelas Gráficas. Hasta el año 2005, realizó cerca de 18 producciones, todas ellas de extraordinaria calidad e interés para los coleccionistas. Me centraré en hablar un poco de LA AVENIDAD DROPSIE.
En esta Novela Gráfica, Will Eisner nos narra el nacimiento y la degradación del barrio neoyorkino del Bronx Sur. Alguien, no sé quién, sería algún ilustrado del siglo dieciocho, dijo que en las cárceles no se paga el delito sino la pobreza. Esto nos lo refleja de manera sencilla y precisa esta historia de La Avenida Dropsie. Viene a decir que los barrios no lo forman los edificios sino las personas que lo habitan y las vicisitudes de estas personas son las que transforman los espacios habitables. Así, por esta historia desfilan padres borrachines, mujeres maltratadas, muchachas marginadas abocadas a proxenetas y chicos pobres sin futuro ni esperanza que son semillas germinales de delincuentes. Con un ritmo y unas escenificaciones magistrales iremos viendo transformarse el barrio hasta su triste desenlace final. ¡Una obra maestra imperecedera del coleccionismo de tebeos! Os lo aseguro.
Bueno, a costa de parecer reiterativo, sólo me queda aconsejaros no renunciar a conocer el trabajo este grandísimo ilustrador que tanto hizo por engrandecer y dotar de gran prestigio al mundo de las historietas y las novelas gráficas. Sin duda alguna para este duende, uno de los mejores de todos los tiempos. Tendréis garantizado el placer por un buen rato de lectura con las mejores ilustraciones posibles, al fin y al cabo, de eso se trata, ¿no?
- Portada de The Spirit.
- Portada de The Spirit.
- Portada de The Spirit.
- Página de Avenida Dropsie.
- Página de Avenida Dropsie.
- Página de Avenida Dropsie.
- Página de Avenida Dropsie.