MIS LECTURAS: Colección de estampas Rodríguez-Moñino-Brey. Real Academia Española de la Lengua.

Hola a todos.

Hoy recomendamos un extraordinario libro que tiene poco “de lectura” pero mucho de sorpresa visual y emoción artística.

MIS LECTURAS: Colección de estampas Rodríguez-Moñino-Brey. Real Academia Española de la Lengua.

 

Nuestro libro de hoy, sinceramente, nos parece una auténtica joya editorial. Esta asombrosa publicación, muy bien editada, en cartulina de alto gramaje, y con un gran cuidado y exquisito buen gusto, hace de este libro, como bien se indica en la presentación del mismo, una referencia obligada para los especialistas y amantes del dibujo y la estampa.

Portada.

Portada.

COLECCIÓN DE ESTAMPAS RODRÍGUEZ-MOÑINO-BREY.

Fondos de la Real Academia Española de la Lengua. Fondos legados por Doña María Brey, viuda de Don Antonio Rodríguez-Moñino, en el año 1995.

Editado gracia al mecenazgo del la Fundación Cultural MAPFRE VIDA.

Con fecha de edición de 17 de Junio del año 2004. Madrid.


Antonio Rodríguez-Moñino y María Brey Mariño.

Antonio Rodríguez-Moñino y María Brey Mariño.

Don Antonio Rodríguez Moñino (1910-1970) fue seguramente uno de los más importantes bibliógrafos (y bibliófilos) españoles del siglo XX. El insigne hispanista francés Marcel Bataillon (1895-1977) lo definió elogiosamente como “el príncipe de los bibliógrafos”. Su esposa, desde el año 1939, Doña María Brey Mariño, también fue una sincera enamora de los libros y las letras, una excelente bibliotecaria republicana de sentimientos de izquierdas (curiosamente, era tía de nuestro insulso y poco leído presidente de gobierno actual, el señor Mariano Rajoy; era, por lo que he podido leer, en su familia, “la tía roja”). A ambos intelectuales, y como fue natural en la época de posguerra civil, el régimen franquista los hizo objeto de represalias vengadoras y los marginó y ninguneó durante buena parte de aquel gris periodo. Únicamente al final de la época franquista, a partir del año 1966, más concretamente, se fue restableciendo el justo respeto y el merecido reconocimiento intelectual que el matrimonio se merecía. Vamos, que como suele ocurrir en estos irracionales y execrables regímenes totalitarios, la justicia llegó algo tarde y deslucida, pero, como casi siempre ocurre, la razón y el sentido común cultural termina por reconocer a las almas nobles, justas y generosas que finalmente terminan por brillar y lucir con fulgores cegadores (mas que le pese a los rencorosos, reaccionarios e incultos de turno, que los hay).

Anónimo. Sátira de un borracho (1590).

Anónimo. Sátira de un borracho (1590).

Como consecuencia lógica de sus trabajos y, sobre todo, del amor sincero y desmedido por los libros, los bellos grabados y demás dibujos de mérito que en ellos aparecían, les llevo a ir adquiriendo y atesorando a lo largo de sus vidas una de las más importantes y asombrosa bibliotecas privadas de España. Don Antonio Rodriguez-Moñino murió en el año 1970 y todas sus posesiones bibliográficas pasaron a ser custodiadas por su esposa y heredera bibliotecaria. Pero, poco antes de su fallecimientos, ocurrido en el año 1995, Maria Brey legó generosamente todos estos fondos a la Real Academia Española de la Lengua. Esto ocurría ese mismo año de 1995, y en aquellos momentos los fondos donados se contabilizaron en las sorprendentes cifras de más de 15.000 libros, muchos de ellos inéditos, 996 dibujos y 3.737 estampas (o grabados)… ¡un impagable y auténtico tesoro bibliográfico! Bajo el mecenazgo de la Fundación Mapfre Vida, la Real Academia Española de la Lengua, acometió en el año 1999 la catalogación y conservación de todo este rico legado cultural. Y de todo ese ingente y entregado trabajo se obtuvo ventajas culturales enormes: en primer lugar, todo el fondo de dibujos y grabados aquí mencionado se pueden consultar en la página web de la Real Academia Española; se organizaron exposiciones y charlas y, lo que ahora mismo más nos interesa, se acordó y gestionó la edición del este maravilloso libro que hoy recomendamos.

Thomas Shotter. Vista exterior de la catedral de Burgos. (1803?)

Thomas Shotter. Vista exterior de la catedral de Burgos. (1803?)

Y realmente es un libro extraordinario, muy singular, sorprendente, enriquecedor y, sobre todo, hermoso. Primero tenemos unas sobrias y precisas presentaciones del libro a cargo de Don José Manuel Martínez y de Don Juan Fernández- Layo (ambos, cargos de Mapfre), además de otra presentación de Don Víctor García de la Concha (Real Academia Española), para a continuación adentrarnos en unas precisas y necesarias explicaciones sobre el arte de la estampa a cargo de Don Juan Carrete Parrondo; es decir, una introducción de las artes de los grabados en relieve con técnicas de aguafuertes, aguatintas, de los trabajos de pacientes punzones y buriles, etc. Por último, una elegante introducción sobre esta particular colección por parte de la comisaria del evento y exposición, Doña Gloria Solache Vilela. Pero una vez traspasamos estas concisas letras preliminares entramos de lleno en la auténtica materia del volumen y núcleo principal del mismo: los sorprendentes dibujos y maravillosos grabados de todo un largo periodo histórico de la bibliografía española.

María del Rosario Weiss y Zorrilla. Retrato de Francisco de Goya. (1845).

María del Rosario Weiss y Zorrilla. Retrato de Francisco de Goya. (1845).

Y es ahora cuando el “lector” se va a encontrar con autenticas joyas y maravillas sorprendentes en cada página del libro, hasta un total de 214 estampas, cada una de ellas con su singular belleza y su particular valor histórico y artístico. Los temas representados son extraordinariamente variados: religioso, costumbrista, histórico, paisajista, festivos o populares, además de exlibris, documentos y arte nobiliario. Después está el increíble elenco de dibujantes y artistas grabadores consagrados que nos vamos a encontrar y que resulta algo apabullante: Durero, Rembrandt, Van Dick, Ribera, Tiépolo, Goya o Fortuny, por mencionar a algunos; además de algunos de los maestros grabadores más destacados de toda la historia española, como Pedro Díaz Morante (1565-1636) o el siempre elegante y sobrio Manuel Salvador Carmona (1734-1820). En fin, un libro que no tiene absolutamente ningún desperdicio desde principio a fin.

Thomas Shotter. El puente de Toledo en Madrid (1833) - Portada del libro.

Thomas Shotter. El puente de Toledo en Madrid (1833) – Portada del libro.

Este libro es un auténtico disfrute visual. Las láminas que este duende ahora acompaña en este artículo es una muy pobre muestra de toda la riqueza que este maravilloso libro encierra entre sus páginas. Cada una de sus estampas, y nos las vamos a encontrar de todas las épocas, en blanco y negro y a color, más grandes y más chicas, más antiguas y algo más recientes, pues eso, que cada una de ellas tienen su particular encanto y su indudable voz. El lector tiene que afrontar los dibujos con un espíritu paciente y proceder a escudriñar tranquilamente cada detalle y rincón de los grabados, y ellos le mostrarán toda su asombrosa riqueza artística, en estas “lecturas” se le pasará el tiempo sin sentirlo, que es cuando mejor y más intensamente se vive y se disfruta de los libros. De esta sencilla manera podremos apreciar en estos dibujos no sólo la admirable técnica y el claro virtuosismo de sus creadores, sino también las modas, los adornos, las costumbres, los prejuicios, los vicios, las creencias, y, a través de todo ello, estas estampas se transforman en documentos históricos y testimoniales de su época que nos ofrecen una grata y enriquecedora experiencia cultural e intelectual. En fin, que yo os animo a buscar el libro en las librerías de viejo o en vuestra biblioteca más cercana, porque os aseguro que es un volumen que garantiza a sus lectores momentos muy gratos y una segura distracción, inteligente y enriquecedora. Y, aun a fuerza de repetirme porque ya lo dije al principio, no olvidéis que, de cualquier forma, esta obra está considerada como una hermosa edición… de referencia obligada para los especialistas y amantes del dibujo y la estampa.

“El arte es peligroso, el arte no es casto; no están hechos para el arte los inocentes ignorantes. El arte que es casto no es arte”. Pablo Picasso (1881-1973), pintor español.

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